Para la realización de este fin, participamos de la misión evangelizadora de la Iglesia por medio de la catequesis, los colegios y aquellas acciones que respondan a las necesidades históricas. (Const. 7)
“Vivimos nuestra vocación con gratuidad, generosidad, servicio y disponibilidad hacia Dios y los hermanos, entre los pobres y los trabajadores en todo el mundo, aún en las regiones más apartadas y más necesitadas del calor de la Eucaristía y de las caricias de Nuestra Madres Santísima de Guadalupe, misionera por excelencia” (Const. 3)
“Expresión viva de nuestro carisma es ser pan partido y repartido entre los hermanos y acercanos a ellos con amor, ternura y comprensión. De manera particular en la persona de los más pobres” (Dir. 2)
“En nuestra congregación, la formación es un proceso que conduce a una verdadera experiencia de Dios. Una pedagogía que nos dispone a conocer y experimentar el amor de Dios, a creer en ese amor que no cambia y no termina. A saborear el amor personal, gratuito y entrañable del Señor y a acogerlo gozosamente.” (Const. 52)
Entregadas totalmente a Cristo,
nos comprometemos, a vivir no para nosotras mismas, sino para Él y para el noble propósito y finalidad de nuestro Instituto: el reinado eucarístico de Cristo, siendo promotoras de comunión, de paz y solidaridad, comprometiéndonos activamente en la edificación de una sociedad más equitativa y fraterna. (Const. 1)
¿¡Y tú?!
Sientes que Dios te llama a vivir
en alegría y servicio?