sábado, 23 de octubre de 2010

Fragmentos de vida evangélica

Creer de corazón y de palabra.
Creer con la cabeza y con las manos.


Negar que el dolor tenga la última palabra.

Arriesgarme a pensar
que no estamos definitivamente solos.

Saltar al vacío
en vida, de por vida,
y afrontar cada jornada
como si tú estuvieras.

Avanzar a través de la duda.

Atesorar, sin mérito ni garantía,
alguna certidumbre frágil.

Sonreír en la hora sombría
con la risa más lúcida que imaginarme pueda.

Porque el Amor habla a su modo,
bendiciendo a los malditos,
acariciando intocables
y desclavando de las cruces
a los bienaventurados.

José María R. Olaizola, sj

Estrenando un nuevo espacio..

Bienvenid@s a este espacio, creado para aliviar algunas inquietudes, para soñar, imaginar y crear situasiones de justicia de paz y de amor en este mundo, movidos por el amor a Jesús .